ENERGY RAY

Energy Ray, la nueva exposición de Francesca Martí se inaugurará el 28 de junio de 2019 en la Gerhardt Braun Gallery en Palma de Mallorca, la que será su tercera exposición individual con la galería desde 2013. Presenta dos series distintas de obras. La primera sección está dedicada a pinturas jamás vistas de mediados de la década de los 90 que representan el ciclo de la vida en las colinas cercanas de Soller en el Norte de la cordillera de la Tramuntana. Los espacios principales de la galería muestran sus últimos trabajos: esculturas, instalaciones y fotografías de la serie Believers, en las que se pueden ver figuras humanas que migran a través de las ciudades, reunidas en multitudes o solas. En la obra de Martí, la silueta humana siempre agrega una chispa de nueva esperanza.
Esta exposición estará abierta hasta mediados de septiembre de 2019. Continúa temáticas humanistas tratadas desde el 2017 en la retrospectiva de “Transformation” de Martí en el Museo de Arte Danubiana Meulensteen en Bratislava, Eslovaquia y precede a a la que será una impresionante exposición individual compartida con la conocida artista Xiao Hui Wang en el Museo de Arte Zhuzhong, Beijing en abril de 2020.
Esta exposición individual de Francesca Martí esta formada por una serie de pinturas que no se habían visto anteriormente y que se completaron a mediados de la década de 1990, basadas en la regeneración. Estos lienzos y obras en papel se inspiraron en los incendios forestales de las colinas alrededor de Sóller en 1992. Martí representó la tierra quemada, los arroyos secos, los olivos quemados y los animales muertos, así como el proceso gradual de la llegada de la Madre Naturaleza De vuelta a la vida tras la dramática destrucción. Este regreso a la vitalidad ha sido un tema recurrente en el trabajo de Martí.
Algunos de estos lienzos se exhibieron en la exposición individual de Martí titulada “Ombra en la Cendra” en el Casal Solleric en Palma, 1997. Tras la exposición la artista dejó estos trabajos a un lado y empezó a investigar nuevas técnicas pictóricas aplicadas tanto en sus fotografías, collages y videos desde la serie “The Fly”. Ahora, después de dos décadas ocultas en su estudio, estas pinturas han sido re-enmarcadas y re-propuestas como parte de su exposición actual en Palma, mostrando cómo la exploración de los colores, temas y técnicas de Martí están en constante evolución. Las ramas quemadas y los animales muertos han reaparecido de diferentes maneras en exposiciones anteriores en Gerhardt Braun Gallery, en Droplet (2013) y Kingfisher (2017). Estas pinturas son como un ave fénix resurgiendo de sus cenizas. Como parte de “Regeneration”, Martí también ha creado una nueva e impactante instalación formada por troncos de olivos centenarios quemados por los mismos incendios forestales de hace más de dos décadas, entrelazados con luces led rojas que brillan como brasas.
Junto a sus pinturas al óleo más clásicas, Marti 'exhibirá nuevas instalaciones y sus más recientes trabajos de medios mixtos de Believers, en una exposición titulada “ENERGY RAY”.
Francesca Martí se centra en las dinámicas humanas. A través de su arte, analiza el comportamiento humano, cuando las personas se reúnen en multitudes, en manifestaciones políticas, ritos religiosos, en controles fronterizos, desplazándose al trabajo o incluso un grupo de aficionados en un evento deportivo. Martí observa el papel de los líderes, sus seguidores y congregaciones. Sus figuras deambulan por paisajes urbanos que ha fotografiado en Madrid, Nueva York, Shanghai, Estocolmo y otros centros urbanos. Ha llamado a estas esculturas “Believers”. Son exploradores que emigran a nuevos territorios formados por colores brillantes. A veces siguen el mismo camino, como en la instalación “Energy Ray”, una procesión de “Believers” que avanzan con la determinación de un rayo.
Una serie de obras en cajas de plexiglás presentan agrandadas cabezas de maniquíes anónimos y bloques de vibrantes colores de neón. Figuras surrealistas que se desplazan en fila a través de caras inexpresivas. “Las figuras realistas de los maniquíes no tienen alma, pero los “Believers” con su energía les dan un espíritu nuevo al caminar por la topografía de sus rostros”, explica Martí. “Son como exploradores descubriendo nuevas tierras”.